Se habla español: ¿Cómo se las arreglan los latinos en el extranjero?
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Comenzar de cero en otro país no es nada fácil y Francisca lo sabe. Ella dejó México para construir una familia en los Estados Unidos y años más tarde, vio partir a su único hijo en busca de un futuro lejos de casa, aunque siempre supo que algún día, estarían juntos de nuevo. Hoy la vida les ha dado la oportunidad de reunirse en Barcelona, pero el camino estuvo lleno de desafíos.
Wise es una nueva forma de administrar tu dinero en el exterior, por una fracción del precio de un banco o PayPal. En nuestra serie Vidas Sin Fronteras, hablamos con personas cuyas carreras y estilos de vida han trascendido fronteras.
Mi hijo es la persona más cercana que tengo. Ya sentía una conexión muy especial con ese bebé que crecía dentro de mí y desde el día en que lo tuve por primera vez en mis brazos, habíamos sido inseparables, sin embargo los hijos crecen y por más difícil que resulte, algunas veces tienes que dejarlos ir.
Hace algunos años mi hijo decidió aceptar una oferta de trabajo en otro país. La noche anterior a su partida, yo intentaba no llorar mientras le ayudaba a empacar su ropa, me estaba derrumbando y no quería que él se diera cuenta. Lo abracé muy fuerte cuando lo dejé en el aeropuerto y nunca olvidaré que saliendo de allí, algo muy grande me dio fuerzas para poder incorporarme a la vía y tomar la autopista de regreso a casa.
Cuando entré a la casa sentí el vacío, veía su ropa, sus cosas… me había quedado verdaderamente sola pero sabía que tenía que salir adelante, no solo por mí, sino por él, así que hice un compromiso conmigo misma: me permitiría llorar un rato y luego me levantaría fuerte, porque lo más importante en ese momento era que él saliera adelante. No sabía si mi hijo se quedaría en Europa o si regresaría a Estados Unidos, pero estaba segura de que lograría alcanzar sus metas porque él es un gran luchador.
Un gran amor
Aún recuerdo el día en que conocí a mi esposo en un pequeño café, ubicado en la recepción de un hotel en Ciudad de México. Yo tenía 18 años y él era un alemán 13 años mayor que yo; fue amor a primera vista. Un par de años después nos casamos y decidimos mudarnos a Santa Mónica, California. Como fruto de ese gran amor que hubo entre nosotros, nació nuestro hijo cuando yo tenía 26 años.
Naturalmente fue difícil para mí ubicarme laboralmente en Estados Unidos, no solo por el aspecto cultural, sino porque en esa época no era fácil para la mujer latina, sobre todo para alguien con acento mexicano. Aun así, yo no quería depender económicamente de mi esposo porque mi madre siempre me inculcó la importancia de trabajar y de valerme por mí misma.
Comencé entonces a importar ropa de México y el negocio llegó a crecer tanto, que mi esposo me apoyó hasta que acordamos llevarlo juntos. Vendíamos ropa por catálogos y teníamos vendedores por todos los estados del país, llegamos inclusive a comprar nuestro propio edificio en Los Ángeles.
Sin embargo nuestra familia tuvo que afrontar momentos muy difíciles, en especial cuando nos enteramos de que mi esposo padecía una enfermedad grave. Eventualmente, mi hijo y yo nos quedaríamos solos y ese dolor aún lo llevo dentro, pero por otro lado veo las cosas buenas que trajo consigo porque en el momento más difícil de nuestras vidas, aprendimos a conocernos mejor y él, con mucho amor, me enseñó a dar los primeros pasos sin mi esposo.
Después de todo lo que tuvimos que pasar juntos, nos dimos cuenta de que su lugar estaba en Europa porque allí era donde se le estaban presentando las oportunidades laborales, así que lo apoyé y entre los dos reunimos el dinero para que viajara a España y desde entonces, ha hecho una gran carrera como director de comerciales.
Aunque yo viajaba frecuentemente a Barcelona, fueron 4 años en los que estuvimos viviendo lejos el uno del otro. Él siempre me prometió que estaríamos juntos donde fuera, pero en realidad no sabíamos cómo lo lograríamos; tuvimos que encontrar el camino poco a poco, sin perder la esperanza.
Comenzar de nuevo
Finalmente en enero de este año viajé a Barcelona para comenzar una nueva vida al lado de mi hijo. Mi sobrina, quien desde siempre me ha ofrecido su apoyo incondicional y me acompañó en este viaje para ayudarme con todo, me tomó de la mano justo cuando el avión estaba aterrizando y me dijo: “ya ves tía, ¡lo lograste!”.
Para ser honesta, he tenido que aprender todo desde cero pero he conseguido adaptarme, aunque una de mis grandes preocupaciones siempre fue encontrar la mejor manera de manejar mi dinero, pues necesitaba mantenerlo en Estados Unidos pero transferirlo constantemente a Barcelona.
Sinceramente Wise me ha sido de gran ayuda porque a mi edad y siendo retirada, me preocupo mucho por mi dinero, no solo porque he sido víctima de fraude, sino porque ya no estoy devengando un salario. Son los ahorros de toda mi vida y cada centavo vale porque se trata de dinero que ya no recupero.
Tengo una amiga francesa que también es mayor y sus hijos, quienes viajan constantemente, le dijeron que Wise era la mejor forma de hacer transferencias internacionales. Ella tiene la aplicación en su teléfono, me enseñó a usarla y ahora yo también la tengo en mi móvil.
Wise es rápido y me ayuda a ahorrar dinero, pero quizás lo más importante para las personas de edad como yo, es la comunicación personal con el servicio de soporte. Sientes que estás con familia, que hay alguien que te entiende y tendrá la paciencia y el interés en ayudarte.
Ese apoyo significa mucho para mí, sobre todo ahora que estoy construyendo una nueva vida y comenzando una nueva etapa como persona. En ocasiones siento nervios, pero me estoy dando oportunidad de hacer cosas que nunca en mi vida hubiese imaginado: he tomado clases de pilates, de cocina, de interpretación, leo más, camino muchísimo, disfruto de la ciudad... aún con el frío de invierno en enero, era divino caminar, mirar a mi alrededor y sentir que estaba comenzando de nuevo.
Nos alegra apoyar a Francisca en su nuevo proyecto de vida. Estamos aquí para ayudarte a administrar tu dinero alrededor del mundo de manera más fácil y económica. Únete a nuestros 10 millones de usuarios en wise.com, o a través de nuestra aplicación para Android y iOS. |
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Por Natalia Romero, exclusivo para Wise. Fotografía de Francisca G. Edwards.
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